martes, 14 de agosto de 2012

Cantarán mientras danzan todas mis fuentes están en ti (Salmo)
 Me llamo Débora, de mediana estatura, con el pelo blanco y negro, cariñosa y tímida. Mi compañera se llama Sisara, ella tiene el pelo blanco y rubio, en forma de manchas. Sisara es madre. Tenemos un tercer compañero, pero no es muy amigo que se diga, se llama Sansón. Somos los tres gatos de La Misión Franciscana de Requena. Es verdad que el P. Lorenzo nos llama gatos sin más, quizás no quiera ponernos nombre más allá de lo que dice el Génesis, porque nombrar significa pertenencia. No obstante nos cuida muy bien, va al mercado y nos compra un sol de pescado de vez en cuando; si come fuera lleva una bolsa para recoger los restos y traérnoslos, así que podemos decir que somos los gatos del P. Lorenzo. Cuando él no está nos cuida el Sr. Obispo. Nosotros también aportamos lo nuestro: intentamos mantener a raya a todos los roedores del entorno y a los insectos de vuelo rampante, nos colamos por la ventana del comedor a ver si han dejado algo que podamos arramplar, nos acostamos en el recogedor o en la maceta, nos encorvamos cuando pasan a nuestro lado, y no dejamos que las palomas manchen el canalón que luego recogerá el agua de lluvia que servirá a nuestros dueños, abonamos el jardín donde P. Lorenzo siembra tomates. Pero lo que más nos gusta es dormir al sol.
Nuestra casa es la Misión Franciscana. Es el edificio más emblemático de Requena, junto con su catedral. Fue el lugar que erigieron los fundadores de esta ciudad, que ahora parece querer olvidar su origen. En la Misión se encuentra el colegio “Padre Agustín López Pardo”, solamente lo separa una puerta aunque tiene una entrada distinta y el Hermano Juan ha erigido unos pabellones nuevos. Podríamos decir que la Misión es un gran convento antiguo, al que se le han hecho algunos arreglos. En la primera planta están las oficinas destinadas al despacho de la Parroquia, y otras estancias. Esta primera planta está abierta a un jardín enclaustrado por los diferentes pabellones del colegio. En la segunda planta, nuestra residencia, están las habitaciones, la cocina, el comedor y un salón biblioteca. Si seguimos subiendo llegamos  a un tercer piso, con suelo de madera, y a una terraza amplia con fabulosas vistas. Esta planta necesita una reforma.  Nosotras preferimos la segunda planta, donde está el comedor, a veces queda la puerta abierta, y siempre si insistimos un poco, cuando abren la nevera, nos cae algo.
Hoy hemos tenido una visita un tanto incómoda: unos jóvenes de Madrid ataviados con pañuelos en la cabeza y palos en las manos han provocado un ruido espantoso que no nos ha dejado tranquilas ni un momento. Aunque han abierto la puerta del comedor no nos ha apetecido entrar pues los cubos de agua y las escobas estaban listas en sus manos. Dicen que han venido a echar una mano en la limpieza, esperamos que no hayan tocado la nevera. Así nos han distraído del aburrimiento de la mañana. Hoy era fiesta en este pueblo y los días de fiesta no nos gustan nada ya que no vienen los niños al cole.
 Desde nuestra terraza vemos el cole y sus salones, así llamamos acá a las clases, vemos el patio del cole y los salones de secundaria. Los niños vienen con su uniforme y también vienen calzados. Parece que no tuvieran carencias. Pero cuando pasas más en serio por sus salones vas comprendiendo porque el Perú es de los últimos países en educación de todo América Latina, y la región de Loreto, con Requena a la cabeza, está en los últimos lugares del Perú. Pues bien los chicos nos distraen con sus juegos y travesuras, ellos son como todos los niños, quizás con más sueños y muchas más carencias, pero igual de juguetones. Aunque no podemos acercarnos a ellos pues enseguida experimentamos el genio que los habita. Hoy se han inventado otra fiesta la declaración del Amazonas como maravilla natural, así que tampoco hay clase en cambio en la tarde desfilan por la plaza al son de la música en un ruido que nos impedirá dormir hasta muy entrada la noche.
Los chicos de Madrid han estado mañana y tarde por acá, creando alboroto e inquietándonos con su afán de mover los trastos que teníamos perfectamente ubicados. En la tarde han tenido una reunión con el Obispo, nosotras la seguíamos desde nuestro escondite, entre el tejado y la barandilla. La lluvia torrencial que ha caído ha interrumpido la reunión y se han marchado al comedor, y como  no, han cerrado la puerta.
Entre otras cosas han contado como fue la llegada de los “nuevos”: Ana Golmayo, Juan Coloma, María José, Ana M (Auro y Rocío se quedaron en Jenaro Herrera). Están encantados con Requena, una vez pasado el impacto inicial de una ciudad de la selva, que aunque sea capital de distrito, no es como una capital de Europa. Hay quien dice que en este lugar se ha pasado de la edad de piedra a la era de las redes sociales, pero sin transición ni asimilación de la cultura precedente. De las casas con piso de tierra, sin agua corriente, sin nada, pero con celulares o cosméticos de primer nivel.
El domingo transcurrió entre el shock de la realidad reciente, la comida con los estudiantes franciscanos de la conferencia bolivariana, que ya marchaban para sus países de origen junto con el P. Lorenzo G., la celebración de la eucaristía y la cena, a base de pollo asado, en pollos casa marques.
Desde acá nos despedimos si  volvemos a tener noticias pronto serán vuestras. Saludos cordiales.
Ah, dicen que ya han subido fotos al albun aunque creo que nadie se detuvo en nosotros para esos menesteres, igual nos conocemos felinamente.

1 comentario:

  1. Sigo leyendoos y me encanta todo lo que ponéis, hoy en misa me he acordado mucho de vosotros y le he pedido al Señor que os cuide muchísimo :), sé que lo esta haciendo y que vais a volver cansados pero muy muy felices y dándonos envidia a los que no hemos podido estar allí!

    Un súper besote!
    Bea Conde!

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